Translate

martes, 28 de enero de 2014

Castillo Vall Paradis

Los orígenes: el castillo


&ContenidosLista.alt:value

La noticia más remota referida a la construcción de una fortificación cerca del torrente de Vallparadís -denominación que proviene de la antigua Vallis Paradise o Vall de Paradís que aparece en la documentación medieval- data de principio del siglo XII. Berenguer Sanlà y su esposa Ermessenda adquirieron por compra al conde de Barcelona, Ramon Berenguer III, la propiedad donde construyeron su residencia señorial fortificada, que dominaba el territorio de la cuadra de Vallparadís.

Los hijos de Berenguer Sanlà abandonaron el apellido paterno y adoptaron el de Terrassa, naciente núcleo urbano medieval en la otra parte del torrente de Vallparadís, en los alrededores del castillo palacio de Terrassa, que dio lugar a la actual ciudad. Miembros de este linaje tuvieron cargos y participaron en iniciativas públicas durante los siglos XII, XIV y XV.

Son pocas las referencias ciertas que tenemos para relacionar el documento de compra del siglo XII con algunas de las estructuras actuales del edificio. Tenemos que suponer una primitiva fortificación con foso en los sectores norte, este y sur, con un perímetro parecido al actual, amurallada, con sus ángulos y tramos más largos reforzados con torres de planta cuadrada, con presencia de saeteras en sus muros y con una torre cuadrada de la cual se conserva el muro norte, en el interior, que debía de servir como residencia del señor y su familia .

El paisaje lo forman dos unidades totalmente diferenciadas: la planicie y el torrente de Vallparadís. En la planicie predomina el bosque de encina, con algún olivo y algún campo de cereal. En la vertiente del torrente, arbustos, alguno arbolito y algunas cepas. En el fondo del torrente, un caudal de agua permanente con árboles de ribera, huertos y algún campo de lino.

En el castillo vivían permanentemente el señor y su familia, y un grupo reducido de sirvientes que, fundamentalmente, se ocupaban de las tareas del servicio, sobre todo agrícolas. La vida familiar se concentraba en el interior de la torre, que podía dividirse en cuatro plantas: la bodega en la planta baja, el fuego y el comedor en el primer piso, el dormitorio en el segundo y el granero en el piso superior. Es posible también que existiera algún otro habitáculo independiente en la torre, en el interior de la fortaleza, como también el establo para los animales y otras dependencias de uso agrícola.
&ContenidosLista.alt:value

La Cartoixa
Blanca de Centelles, hija de Bernat de Centelles y Saurina de Terrassa, fue la última representante de esta familia que residió en el castillo de Vallparadís y, a su dominio señorial sobre la cuadra, se añaden los derechos jurisdiccionales propios del castillo-palacio de Terrassa.

El año 1345, Blanca de Centelles cedió sus dominios de Vallparadís a la orden religiosa de la cartuja, y, como consecuencia, se instaló en el castillo un monasterio llamado Sant Jaume de Vallparadís.

Durante el siglo XV, los cartujos abandonaron el castillo y se trasladaron a la actual cartuja de Montalegre (Tiana).

Se tuvieron que hacer unas reformas para adaptar el edificio a las necesidades de sus nuevos ocupantes. El castillo se convirtió un monasterio con las dependencias que le eran propias: iglesia, sala capitular, claustro, celdas… La capilla era la gran sala de planta rectangular, actualmente llamada Tinellet, con arcos apuntados sobre ménsulas y sobre plano, y también con una ventana de estilo gótico en el extremo donde se supone que estaba el presbiterio.

La actual sala de arqueología, enl lado del anterior, de crucería, podría ser la sala capitular de la comunidad.

El claustro era el centro del edificio y a su alrededor se situaban las celdas y otras dependencias. Tiene una galería inferior, poco uniforme de estilo y cerrada al sector este, y una superior que presenta un austero estilo gótico con arquerías y capiteles geométricos sin decoración.

La capilla de Sant Jaume de Vallparadís, exterior al castillo, se construyó durante el siglo XIII y se derribó a principio del siglo XX.

En la plana, el bosque de encina disminuye y aumentan los cultivos de cereales y los olivos, al mismo tiempo que aparece la vid como cultivo extensivo.

En la vertiente del torrente, continúan algunos arbustos y arbolitos, pero el espacio varía y aparecen los bancales de vid. Al fondo del torrente, además de los árboles de ribera, aumentan los huertos y desaparece el cultivo del lino.

El caudal de agua casi continuado se aprovecha para los molinos.

Según la regla de la cartuja, los monjes deben hacer una vida eremítica, basada en la oración, la meditación y el trabajo en soledad. La celda es, pues, el núcleo principal de la vida del cartujo y consta de los espacios necesarios para llevarl a cabo sus obligaciones: el Ave Maria, el cubiculum, el taller y el mirador. Tan solo una plegaria al día, algunas reuniones eventuales y un ágape semanal se hacen de forma comunitaria en espacios como son la iglesia interior, la sala capitular y el refectorio. Los cartujos también celebran alguna misa en la capilla exterior, para sus familiares o para foráneos y mujeres.

La comunidad está formada por los padres, los hermanos y los familiares. Los padres practican la vida eremítica, mientras que los hermanos y familiares se dedican a los trabajos agrícolas y ganaderos del término de la cartuja.

La cartuja genera un periodo de prosperidad para la actividad agrícola de la cuadra.
&ContenidosLista.alt:value

 La cuadra
Una cuadra era un territorio con jurisdicción propia y contaba con una casa fuerte, un número de fuegos reducidos y un señor con derechos, pocos o muchos, limitados por el poder de otro superior. Los detentores de las cuadras solían ser, en los siglos XII y XIII, feudatarios de los señores de rango superior, por lo que eran considerados caballeros y gozaban de una cierta autonomía.
La cuadra de Vallparadís comprendía una pequeña extensión de tierras de cuatro kilómetros de largo y una anchura reducida e irregular. Se encontraba localizada en el este de las iglesias de Sant Pere, entre el torrente del mismo nombre y la actual riera de Les Arenes.

De hecho, la cuadra nace con Berenguer Sanlà. según Salvador Cardús, que toma como referencia un documento de 1346. La cuadra contaba con ocho fuegos y el año 1359, después de la llamada Peste Negra, quedaron cuatro.

Después de la muerte de Blanca Centelles, la cuadra tuvo diferentes señores: los cartujos (1345), al orden del Carme del Hospital de la Santa Creu de Barcelona (1413) y la familia Sentmenat (1432).
Del Catastro de la nueva recanació (y Separación) de la cuadra de la Cartuxa del  Vall de Paradíso, ejecutado por el geómetra Joseph Mayol, el año 1729, se desprende que la cuadra contaba con cinco masías: "Mas Castell, Mas Clastania, la Caseta den Pi, Mas Palet de la Quadra y Mas figueres".

A final del siglo XVIII, como consecuencia del crecimiento económico y demográfico, surge un pequeño núcleo de población entre los límites de la cuadra y la villa de Terrassa, la llamada calle de la cuadra (actual calle de Sant Antoni).

El año 1830, el territorio de la cuadra se incorporà a la villa de Terrassa y se acabaron los derechos jurisdiccionales del señor del castillo, los cuales habían sido motivo de pleito en algunas ocasiones entre la villa y aquél. Los Sentmenat, sin embargo, conservaron la propiedad de algunas tierras y el castillo.

Según el mencionado catastro, en el siglo XVIII el territorio de la cuadra del vall de Paradís tiene una fisonomia rural. Domina el yermo y el bosque. Los cultivos principales son los cereales y el olivo. Mucho menos importancia tienen la vid, los productos de huerta y los frutales. Hay a la vez una cierta actividad ganadera, consistente en dos rebaños de corderos y un número más reducido de cerdos. Como animales de tiro y trabajo de campo, se utilizan las parejas de bueyes y los asnos.

La cuadra se encuentra dividida en quince parcelas pertenecientes a ocho propietarios, entre los cuales destacan por orden de importancia de sus pertenencias: los Palet, los Bru y los Sentmenat.

En este mismo siglo, el castillo hace las funciones de casa de campesino y su distribución es la de una masía clásica y tradicional: "abajo una entrada, cocina, bodega, corral y establo, y arriba sala, cuatro habitaciones y una buhardilla". En lo que concierne a su estado de conservación, el catastro nos dice que "mucha parte de él está derruido".

Históricamente, cabe destacar por su importancia el caserío de la Castlània (torre de en Bru y can Canela), construir a principio del siglo XIV por Blanca Centelles, que es la residencia del recaudador del impuesto de castellanía y, posteriormente, del de las rentas de la cartuja. Tiene una torre de planta circular adosada a la masía y presenta elementos ornamentales góticos.
&ContenidosLista.alt:value

 Es castillo y la ciudad
En 1852, los Sentmenat vendieron el castillo y las tierras que conservaban a la familia Maurí, fabricantes locales que eran también importantes propietarios rústicos. Unos "masovers" se ocupaban de las tierras y vivían en la masía que ocupaba una parte de las dependencias del castillo. El resto del edificio fue derrumbándose gradualmente. Parte del claustro era el patio y alguna otra dependencia servía de establo y corral.
En 1944 el castillo fue declarado monumento histórico y, en 1947, los Maurí lo cedieron en la ciudad. Poco después, se iniciaron las obras de restauración y reconstrucción con la intención de ubicar en él el museo de la ciudad. En 1959 se inaugurà el Museo Municipal de Arte.

El paisaje que rodea el castillo fue sufriendo a lo largo de todo el siglo XIX diversas transformaciones. En la planicie, el cultivo de cereales y sobre todo de vid lo fue llenado todo, dejando cada vez menos espacio al bosque o a otros cultivos. Esta expansión se paró con la llegada de la filoxera, que fue matando todas las cepas catalanas, como lo ha hizo antes con las de Francia. Yermos y cereales fueron ocupando estos espacios.

Al fondo del torrente, cada vez menos escarpado, los huertos continuaron llenando todo el espacio, pese a que el corriente de agua había menguado considerablemente a medida que había crecido la industria y se había absorbido el agua de los acuíferos locales. Estos huertos, regados con pozos y fuentes, fueron la parte más rica y productiva de los terrenos del Mas Castell.

A final del siglo pasado, la construcción del puente del Passeig permite que la ciudad supere el obstáculo del torrente. En torno al castillo han crecido fábricas, la Escola Industrial y, justo al lado, dos residencias señoriales: la Torre Soteres y la casa que construyó el arquitecto municipal Coll i Bacardí, actualmente casa Baumann. Ambas fueron hechas por arquitectos que pensaron en el torrente como futuro parque urbano de Terrassa.

El mismo Coll i Bacardí elaboró un proyecto de parque para Vallparadís, y en esta época se plantaron, al fondo del torrente, los grandes árboles que hoy en día aún hay.  Proyectos similares se fueron repitiendo en todos los planes urbanísticos hechos a lo largo del siglo.

El ajardinamiento de los entornos del edificio fue fruto del periodo de apertura del museo los años cincuenta.

El edificio se ha ido degradando de manera alarmante. A principio de siglo perdió la mitad sur de los muros y el claustro. Queda derecho el lado noreste habitado por los "masovers", y el Tinellet y sala capitular fueron ocupados por el ganado y los corrales. El foso hace tiempo que ha desaparecido, rellenado progresivamente. Sólo la parte superior del puente de la puerta principal puede hacer pensar en su existencia.

El castillo es sólo una masía en ruinas y rodeada de edificios propios de los nuevos tiempo. Los "masovers" que viven dependen de la ciudad. Su actividad se habrá visto transformada por las nuevas formas de vida urbana. Probablemente, y como otros muchos terrasenses, han tenido que compartir el trabajo en el huerto con el trabajo en la fábrica.
&ContenidosLista.alt:value

El edificio hoy
El Castell Cartoixa de Vallparadís  acoge la exposición permanente y las exposiciones temporales del Museo, por este motivo, el Castillo siempre se ha considerado la sede principal del Museo de Terrassa.

Evolución cronológica del  Castell Cartoixa de Vallparadís como museo:
1959 inauguración del edificio como Museo Municipal de Arte
1982 inauguración de la Sala de Arqueología
1988 Pla de Museus de Terrassa
1990 Programa museístico del Museu
1994 Inauguración de la exposición permanente del Museu
2006 Renovación de la rotulación y nueva señalización de la exposición permanente del Museu

Con el tiempo y la transformación del paisaje, el  Castell Cartoixa de Vallparadís ha quedado integrado dentro del Parc de Vallparadís y dentro de la trama urbana de la ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu opinión