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domingo, 19 de enero de 2014

Sant Hilari Sacalm, Via Crucis Viviente


Sant Hilari Sacalm, es el municipio más montañoso de la comarca de la Selva en la provincia de Girona. En la noche del Viernes Santo, conservando la tradición procesional transmitida de padres a hijos desde hace más de tres siglos, celebra su Via Crucis Viviente; manifestación tan importante que su popularidad sobrepasa la geografía comarcal.
Aunque el Via Crucis esta documentado desde hace más de 250 años. Antes de 1731 ya se celebraban en esta localidad procesiones en las que intervenían, además de los "pasos" o "misterios" algunos personajes de la Pasión, conocidos como "misterios vivientes", como María Magdalena, María de Betania y María La Pecadora.
Durante el primer tercio del pasado siglo en la tradicional procesión del Jueves Santo se representa la Oración del Huerto, aparecen los 12 apóstoles y sale también la figura del "copioso". Los "copiosos" formaban un coro que cantaba tras el paso de la Dolorosa, haciendo más viva la Pasión. En ese momento, la procesión todavía se celebraba el Jueves Santo y terminaba a la Iglesia.
A comienzos de los pasados años 40 el padre vicario, Padre Francisco Carbó, propone a los jóvenes hacer las estaciones del Vía Crucis por las calles del pueblo, perfilando ya casi definitivamente la actual representación del Vía Crucis Viviente, que pasó a hacerse el Viernes Santo a partir del año 1969.
En la actualidad, el Vía Crucis Viviente es una manifestación de religiosidad popular que adapta, de forma singular, la dramatización de la pasión y muerte de Jesús y la expresión de fervor y participación popular de las tradicionales procesiones, combinando la escenificación itinerante de determinados pasajes de la pasión, con elementos procesionales como los "armados" o los "Misterios".
Algunos papeles del Vía Crucis han sido tradicionalmente vinculados a familias concretas de la población durante varias generaciones, y una gran parte de la población participa activamente en la organización. Son especialmente representativos "los Armats", en los que se integran jinetes, trompeteros, tamborileros, bombos, capitán, centurión, lictores, arqueros, soldados romanos y portador de ladrones.
El Vía Crucis Viviente se inicia en la plaza de la Iglesia, donde se representa el juicio de Poncio Pilato y avanza lentamente, en medio del sonido de los tambores y las lanzas de los armados, haciendo un recorrido integrado por 14 escenas hasta la colina de la Huelga, también llamado cerro de la Crucifixión, donde tienen lugar las escenas finales del drama sacro.
Una de las escenas más emotivas, donde se reúnen miles de personas, es la que da renombre al Vía Crucis Viviente, el Calvario, donde la magnifica interpretación de los soldados romanos junto con una excelente iluminación y subrayado con la acústica de la música, cautiva propios y extraños.